
Realizado
por: Stacey Ebert
La escuela
cierra durante 2 meses pero nuestra segunda familia nos recibe con los brazos
abiertos. Para los campistas dormir fuera de casa les deja interminables
sonrisas, durante las mañanas se comparte con compañeros de cabañas con ojos soñolientos
y las noches cobran vida mediante risas. Los días en el campamento están llenos
de amigos, alimentos nutricionales,
actividades y nuevas experiencias en donde se crean innumerables recuerdos.
Puedes
preguntar a cualquiera de nosotros quien haya asistido al campamento, no
importa hace cuánto tiempo fue y
observarás que todavía podemos cantar nuestra canción favorita, contar
sobre nuestros guías más queridos y compartir nuestros gratos recuerdos dentro
del campamento. Las personas que asistieron alguna vez al campamento tienen la
garantía de haber enriquecido su vida de alguna manera. Probablemente
aprendieron a nadar o aprendieron a amar
alguna comida, o quizás un miembro del staff de guías les ayudó a ver algo en
ellos que no habían conocido antes. Hay sabiduría dentro del campamento, muchas
veces no nos damos cuenta de la importancia de todos los regalos que nos deja
esa experiencia hasta mucho tiempo después.
1-
Construir relaciones personales
Las
amistades forjadas dentro del campamento son algunas de las mejores amistades
que conozco. Mis tres mejores amigos del campamento han estado a mi lado
durante los últimos 30 años de mi vida. Estas relaciones son auténticas desde su
núcleo y me han ayudado a crecer de una manera que no puedo contar. El
campamento te enseña como conocer a nuevas personas y crear nuevas amistades,
la creación de esas relaciones trae interminables beneficios. Hemos estado allí
en los momentos más felices y más tristes de nuestras vidas a pesar de estar
distanciados. Hoy en día tenemos “Facebook” y podemos escribirnos, sin embargo
estas amistades pueden resistir el paso del tiempo y si se me olvida como
termina una historia, estos son mis amigos con quienes puedo contar para
terminarla.
2-
Creer en
sí mismo
Cada verano reaparece mi “parte del campamento”. El campamento me
dio la oportunidad de probar nuevas cosas (como montar caballos) o realizar
cosas no disponibles en mi vida cotidiana (como la serigrafía). Miembros del
Staff del campamento creyeron en mí y en ocasiones veían cosas de mí que yo no.
Hay algo especial en tus amigos del campamento y guías que te acompaña cada
minuto del día. Incluso en el mundo de adulto, podríamos no ver a nuestros amigos
y guías, sin embargo de alguna manera sabemos que ellos nos acompañan en todo
momento. Si se aprovecha este
sentimiento al máximo se podría convertir en realidad.
3-
Empatía
En el campamento, tuve la oportunidad
de conocer personas muy diferentes. Fue la primera vez que me di cuenta que
cada historia es única y normalmente cuando creo que es “un gran problema” no
es nada en comparación con otros, todo depende de la perspectiva. Durante dos
semanas, cada verano asisten al campamento niños que viven en casas hogares en
Nueva York, para muchos de ellos era la primera vez que veían una laguna tan
grande o tenían la oportunidad de conocer una granja. Una de las niñas de mi cabaña tuvo una niñez
muy difícil sin embargo estas dos semanas la pasamos de maravilla. El campamento permite el florecimiento de las
relaciones personales y muchas historias para compartir. Estas fueron variadas
y aprendí que todos ellos merecen respeto, amabilidad y sensibilidad.
4-
Aprovechar la diversidad
Crecí en Long Island, Nueva
York. La mayoría de las personas de mi
escuela tenían unos orígenes étnicos muy similares. Sin embargo en el
campamento conocí a guías y campistas de otras ciudades. Cada uno de ellos con
acentos e historias muy diferentes que inmediatamente
llamaban mi atención, mis amigos tenían diferentes religiones, de igual manera
poseían orígenes socioeconómicos muy distintos. Uno de los campistas venía de
Europa solo en verano para asistir al campamento y otros, por medio de una beca
obtuvieron el gran regalo de asistir al
campamento. Las ideas se comparten, se integran nuevas comidas y nuevas amistades crecen constantemente. Sus personalidades es lo que realmente
importa.
5-
Conseguir fuera de casa tu zona de confort
Fuera lo que fuera sin importar lo
diferente, aterrador o imposible que pareciera todo es posible y alcanzable en
el campamento. Un logro es un logro no
importa que tan pequeño sea, incluso para algunos niños pasar todo el verano en
contacto con la naturaleza es un gran logro.
Lidiar con las arañas, mapaches y pasar todo el tiempo sin electricidad
requiere tiempo para acostumbrarse pero para mí son algunas de las mejores
partes que recuerdo. Al principio tenía
miedo pero lo que realmente recuerdo son las experiencias vividas llenas de adrenalina
que resultó enfrentar mis miedos. Aprendí a nadar en el campamento y luego me
convertí en salvavidas, y directora de deportes acuáticos. Yo le tenía pánico a
las arañas sin embargo, posteriormente fui a “Bush Camping” ubicado en la África
Subsahariana. Salir de casa la primera
vez fue difícil, pero esto ayudó a que la universidad fuera mucho más fácil. Actualmente,
ya he viajado por todo el mundo sabiendo que aunque las experiencias podrían
parecer un poco incomodas al principio, lo que se obtiene al llegar al otro
lado de ese temor no tiene precio.
Stacey Evert es una campista, quien
ha dedicado todo su corazón durante 25 años de su vida al mundo de campamentos.
Posee un amor inmenso por la playa, los viajes y los chocolates. Puedes
seguirla a través de thegiftoftravel.wordpress.com.
Traducido por: El Campamento Mi Guarimba
Publicado por: Asociación Americana de
Campamento
Originally from www.ACAcamps.org, reprinted by
permission of the American Camp Association © YEAR American Camping Association, Inc.
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