"Necesitamos
4 abrazos al día para sobrevivir, 8 abrazos al día para
conservarnos y 12 para el crecimiento."
-Virginia Satir
Todos
anhelamos esos estrechos momentos con nuestros hijos que hacen que nuestros
corazones se derritan. La conexión con nuestros hijos es muy importante para
nosotros, los padres. Cuando nuestra relación es fuerte, también es dulce - por
lo que reciben tanto como nosotros damos. Eso es lo que hace que la crianza
valga toda la sangre, sudor y lágrimas.
Esa conexión
es también la única buena razón de por la cual los niños siguen nuestras
reglas. Los niños que se sienten fuertemente conectados a sus padres quieren
cooperar. Ellos confían en nosotros para saber qué es lo mejor para ellos, para
estar de su lado. Oigo regularmente de los padres que todo cambia cuando se
centran en la conexión y no solo en corregir.
Pero somos
humanos. Hay días en que todo lo que podemos hacer es cumplir con la mayoría de
las necesidades básicas de nuestros hijos: Darles de comer, bañarlos, mantener
un tono alentador, abrazarlos, y conseguir que dormir a una hora razonable para
que podamos hacerlo todo de nuevo mañana. Dado que la crianza de los hijos es
el trabajo más duro en la tierra - y que a menudo lo hacemos en nuestro tiempo
libre, después de haber sido separados durante todo el día - la única manera de
mantener un fuerte vínculo con nuestros hijos es construir en los hábitos
diarios una conexión. ¿Qué tipo de hábitos?
1. Objetivo de 12 abrazos (o conexiones físicas) todos los días.
Abrace a su hijo
primero que en la mañana, cuando se despide, antes de acostarse. Si sus hijos
preadolescentes o adolescentes les hacen desaires la primera vez que intentan
sus avances la primera vez hay que facilitar la conexión, tomando una bebida
fría o hablar mientras das un masaje en sus pies. (¿Parece como ir más allá? Pero Es una forma infalible
para oír lo que pasó en su vida hoy. Y usted se encontrará alegre muchas
veces).
2. Conecte
antes de las transiciones.
Los niños tienen
a tener dificultades para pasar de una cosa a otra. Debes mirarlos a los ojos,
utilizar su nombre al llamarlos y jugar un poco para conseguir su risa, podrás llenar
su taza y asegurarte de que dispones de los recursos necesarios para una buena
transición. Por ejemplo, en las mañanas se hace mucho más fácil cuando
comienzas con cinco minutos para acurrucarlos al despertar y así ayudar a su niño la transición del sueño
en las tareas como vestirse y lavarse
los dientes.
3. Jugar.
La risa y
los juegos mantiene conectado con su hijo mediante la estimulación de endorfinas
y oxitócica en ambos. Hacer lo lúdico en un hábito diario también le da a su hijo
la oportunidad de trabajar a través de las ansiedades y molestias que de otra
forma hacen que te sienta desconectada y sin posibilidades de actuar. El juego ayuda
a los niños a que quieran cooperar. ¿Qué es probable que funcione mejor:
"Ven desayunar
ahora!" o "El pequeño gorila, es hora para el desayuno - Mira, tienes
errores y plátanos en su avena!"
4. Apague la
tecnología cuando interactúa con su hijo.
De Verdad, su hijo va a recordar por el resto de su vida
que él era lo suficientemente importante como para que sus padres apagaran los
teléfonos y música para escuchar sobre él. Esto es particularmente importante en
el coche, ya que la falta de contacto visual en un coche quita la presión, para
que los niños (y adultos) sean más propensos a abrirse y compartir.
5. Tiempo Especial.
Todos los días, 15 minutos con cada niño, por separado. Alternar lo que tu hijo quiere hacer y lo que tú quieres hacer. Los días en los que acceda simplemente dale amor. En los días que se resista, en vez de estructurar el tiempo con actividades, aprovecha el momento para realizar juegos terapéuticos para ayudar a tu hijo con algunos temas complicados.
6. Bienvenida las emociones.
Claro, es un
inconveniente, pero su hijo necesita expresar sus emociones, lo que va a conducir
su comportamiento. Así que acepta los cambios, no dejes que la ira que
desencadenan muchas veces llegue a lágrimas y temores. Recuerde que usted es el
que confía lo suficiente en su hijo cuando este llorando y entenderlo. Después,
él se sentirá más relajado, cooperativo, y más cerca de usted. (Sí, esto es muy,
muy difícil. La regulación de nuestras propias emociones es la parte más
difícil de ser padres. Pero eso no significa que estamos excusados de tratar.)
7. Escucha y
empatiza.
La conexión comienza
con la escucha. Morderse la lengua, si es necesario, excepto para decir:
"Wow!
.... Veo.... En serio? ... ¿Cómo era eso para usted? ... Dime más...”
El hábito de
ver las cosas desde la perspectiva de su hijo asegurará de que los tratas con
respeto y ayudara a buscar buenas soluciones a los problemas. Esto facilitará que veas las razones del
comportamiento de otra manera y te ayudaran a no volverte loco, ayudará a
regular sus propias emociones.
8. Reduzca la velocidad y saborea el momento.
Comparta
momentos con su hijo: déjelo oler las fresas antes de ponerlas en el batido,
ponga sus manos juntas las tuyas en el agua corriendo, huela su cabello,
escucha su risa, míralo a los ojos. ¿Cuál es realmente la única manera en que
podemos conectar? (Para la mayoría de
los padres, este es también el secreto para ser capaz de tolerar ese mismo
juego, una vez más.)
9. Acurrucarse
al momento de dormir y conversar un rato.
Establezca
la hora de dormir de su hijo un poquito antes, en el supuesto de que usted pase
algún tiempo visitándolo para acurrucarse un rato. Esos momentos sociables, de
conexión ayudan a conocer los problemas con los que está lidiando actualmente
su hijo, ya sea algo que le pasó en el colegio, preocupaciones acerca de la
excursión de mañana, entre otros. ¿Tiene
que resolver su problema en ese momento? No, solo escucha, reconozca los
sentimientos, asegúrale a tu a hijo que lo estas escuchando, que entiendes su
preocupación y que podrán resolverlo, juntos, mañana. Al dia siguiente
asegúrese de hacerle seguimiento. Usted se sorprenderá de cómo se profundiza la
relación con su hijo. No dejes este habito así tu hijo crezca, en las noches es
a menudo la única vez que los adolescentes se abrirán.
10. Manifestarse
La mayoría
de nosotros somos personas adultas, pero su hijo tiene solo alrededor de 900
semanas siendo niño y estando con usted antes de que crezca y le toque dejar su
hogar. Se habrá ido antes de darte cuenta. Trate esto como una práctica: cuando
usted está comprométase con su hijo aquí y ahora mismo, ya que no es algo que
podrá hacer todo el tiempo pero si lo haces todos los días un poco, te encontrarás
haciendo más y más. Debido a que usted lo encontrará crear esos momentos con su
hijo que hacen que su corazón se derrita.
Post escrito por:Aha! Parenting
Traducido por: Campamento Mi Guarimba.
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