La cantidad de tiempo que los
adolescentes pasan durmiendo ha disminuido considerablemente en los Ăşltimos 20
años, sugiere un estudio reciente.
Los resultados de una encuesta, arrojĂł
que el porcentaje de adolescentes estadounidenses que deberĂan dormir siete o
más, está disminuyendo constantemente.
Por ejemplo, las encuestas de los
adolescentes realizadas en la década de 1990 mostraron que alrededor del 52% de
los 15 años de edad reconoció dormir al menos siete horas de sueño, mientras
que en el perĂodo 2011-2012, sĂłlo el 43% de los 15 años de edad dijo lo mismo.
Alrededor del 36% de los 18 años de edad, dijo que consiguieron al menos siete
horas de sueño a principios de 1990, pero en el perĂodo 2011-2012, sĂłlo el 33% lo
hizo.
Los investigadores también encontraron
que las niñas en este grupo de edad son menos propensas que los niños a conseguir
periĂłdicamente siete o más horas de sueño al dĂa. Otros grupos que tambiĂ©n duermen
con frecuencia y menos de siete horas, son adolescentes de minorĂas que viven
en zonas urbanas y cuyas familias tienen niveles más bajos de ingresos, según
el estudio.
"Hemos encontrado que la mayorĂa de
los adolescentes después de 15 años de edad no están cumpliendo con los
requisitos mĂnimos para dormir lo suficiente", dijo la investigadora del
estudio Katherine M. Keyes, profesora asistente de epidemiologĂa en la Escuela
Mailman de Salud PĂşblica de la Universidad de Columbia en Nueva York. Estos
resultados sugieren que los mensajes sobre el sueño adecuado pueden no estar
llegando a los adolescentes.
Para rendir mucho mejor, los adolescentes
deben dormir de ocho a 10 horas por la noche, la Fundación Nacional del Sueño
recomienda.
Adolescentes
con falta de sueño
Dormir lo suficiente es importante para
que los cuerpos y las mentes de los adolescentes durante esta etapa crĂtica de
su crecimiento y desarrollo. Dormir adecuadamente durante la adolescencia,
fundará las bases para dormir bien como adultos.
La evidencia muestra que incluso una
noche de sueño inadecuado reduce la concentración y el enfoque, dijo Keyes a
LiveScience.
La falta de sueño tambiĂ©n podrĂa afectar a la
salud del adolescente en otras maneras. Investigaciones anteriores han sugerido
que el adolescente estadounidense promedio está privado de sueño crónico, lo
que puede aumentar el riesgo de los adolescentes de experimentar problemas en
el rendimiento escolar, problemas de salud mental, accidentes automovilĂsticos,
el uso de sustancias e incluso el aumento de peso, escribieron los
investigadores en su estudio, publicado en la revista Pediatrics.
En el nuevo estudio, los investigadores
analizaron los datos recogidos entre 1991 y 2012 a partir de una encuesta a
nivel nacional de más de 272,000 estadounidenses adolescentes entre las edades
de 12 a 19. Los adolescentes completaron cuestionarios mientras estaban en el
octavo, décimo y 12º grados preguntándoles qué frecuencia obtienen siete o más
horas de sueño al dĂa, y la frecuencia con que duermen menos de lo que
deberĂan.
Los resultados del nuevo estudio indican
que los adolescentes que están recibiendo la menor cantidad de sueño, son los
que corren mayor riesgo de resultados adversos para la salud, dijo Keyes.
Aunque este análisis no examinó las
razones por las que los adolescentes están durmiendo menos de lo necesario,
otros estudios han especulado que un mayor uso de Internet y las redes
sociales, asĂ como una mayor presiĂłn para entrar a la universidad puede ser
parte de la culpa.
Pero curiosamente, el nuevo estudio
encontró que las reducciones más sustanciales en la cantidad de adolescentes
del sueño consiguen tuvieron lugar durante la década de 1990, que fue la era pre-Facebook y la era pre-iPhone, dijo Keyes.
Estar cansado como un adolescente puede
parecer como norma para este grupo de edad. El inicio de la pubertad puede
restablecer relojes internos de los adolescentes por hasta dos horas, por lo
que es más difĂcil para ellos quedarse dormido hasta tarde en la noche, sobre
todo porque las demandas de puestos de trabajo de la escuela, a tiempo parcial,
las actividades extracurriculares, las familias y amigos de todo compiten por
su tiempo.
Teniendo en cuenta todo lo que los
adolescentes están tratando de meter en sus dĂas, el sueño puede parecer como
una prioridad baja. Además, los adolescentes pueden no ser conscientes - o no
están dispuestos a admitir - que dormir insuficiente está influyendo
verdaderamente sus estados de ánimo y comportamientos.
El mensaje más grande para llevar a casa esta
investigaciĂłn es que los adolescentes necesitan saber lo que es una cantidad
adecuada de sueño, y ser conscientes de la importancia de dormir lo suficiente
en para el funcionamiento y el rendimiento diario, dijo Keyes.
"Los educadores, los padres y los
profesionales de salud pública deben trabajar juntos para asegurar que el sueño
como ganancias emisiĂłn atenciĂłn y conciencia de salud pĂşblica", dijo.
Tomado de la web de LiveScience.
Traducido por Campamento Mi Guarimba.
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